¡Bienvenidos a mi casa!

Tal vez ésta es la casa en que viví

cuando yo no existí ni había tierra,

cuando todo era luna o piedra o sombra,

cuando la luz inmóvil no nacía.

Tal vez entonces esta piedra era

mi casa, mis ventanas o mis ojos.

Me recuerda esta rosa de granito

algo que me habitaba o que habité,

cueva o cabeza cósmica de sueños,

copa o castillo o nave o nacimiento.

Toco el tenaz esfuerzo de la roca,

su baluarte golpeado en la salmuera,

y sé que aquí quedaron grietas mías,

arrugadas sustancias que subieron

desde profundidades hasta mi alma,

y piedra fui, piedra seré, por eso

toco esta piedra y para mí no ha muerto:

es lo que fui, lo que seré reposo

de tu combate tan largo como el tiempo.

Pablo Neruda.

martes, 23 de marzo de 2010

El poncho verde para mi madre.

Este sábado mi madre se llevó muy contenta su poncho verde, hecho con mucho amor.
Lo hice más largo que el mío, ya que ella lo quería más grande, que le cubriera bastante, y como calculé mal el hilo al principio tuve que esperar a comprar un ovillo más para poder terminarlo.
Le puse unos botones de madera en forma de palitos atravesados en la zona de la costura, realmente vienen para ponerlos superpuestos, pero yo quería que quedaran así, atravesando la costura, me parecía más original.
Cuando se lo probó le quedó muy bien, y le gustó mucho, es muy agradable y cálido, así que se lo dejó puesto casi toda la tarde.
Besitos, Bettina.

3 comentarios:

PTCRUZ dijo...

HHHHHHHHH (Es el aire que pasa por mi garganta sin sonido)...... ¡me has dejado de piedra!!!!!

Jacqueline dijo...

Hay que risa amiga... yo a duras penas se hacer el punto derecho y medio medio el reves.... a ver si nos enseñas no?

Precioso el poncho...

Ana Mary dijo...

ME ENCANTAAAAAAAA. UN SALUDO