¡Bienvenidos a mi casa!

Tal vez ésta es la casa en que viví

cuando yo no existí ni había tierra,

cuando todo era luna o piedra o sombra,

cuando la luz inmóvil no nacía.

Tal vez entonces esta piedra era

mi casa, mis ventanas o mis ojos.

Me recuerda esta rosa de granito

algo que me habitaba o que habité,

cueva o cabeza cósmica de sueños,

copa o castillo o nave o nacimiento.

Toco el tenaz esfuerzo de la roca,

su baluarte golpeado en la salmuera,

y sé que aquí quedaron grietas mías,

arrugadas sustancias que subieron

desde profundidades hasta mi alma,

y piedra fui, piedra seré, por eso

toco esta piedra y para mí no ha muerto:

es lo que fui, lo que seré reposo

de tu combate tan largo como el tiempo.

Pablo Neruda.

jueves, 4 de marzo de 2010

Mi poncho terminado.

Hace ya bastante que lo terminé pero apenas si he tenido tiempo para hacerle las fotos y mostrarlo.
Fué gracioso, bueno, más bien para tirarse de los pelos. Resulta que cuando me quedaba un trocito para terminar, me dí cuenta que me estaba quedando sin poncho, y es que cada vez tenía menos puntos, aaahhh, que horror. Pues resulta que tuve que deshacerlo todo porque la chica del video no comentó que tenía que ir añadiendo un punto más en el final, es decir si comienzo con 60 puntos tengo que seguir con 60 puntos todo el tiempo. Menuda inexperta soy, porque no me dió por hacer cálculos. Pero al final se hizo muy rapidito. Me dí cuenta de como cambió la trama del punto y de lo mal que me había quedado anteriormente en los bordes, ahora se veía mucho mejor.

En las fotos no me lo puse muy bien y se ve un poco rara la zona de la costura, pero es que el fotógrafo llevaba prisas, y apenas me dejó que me colocase, pero bien colocado se vé bien.



Se trata de un rectángulo de ancho la altura del hombro al codo y de largo que te envuelvas en él en recto a la altura del pecho. Está trabajado con un punto muy facilito con agujas muy gruesas, se trabaja siempre dos puntos juntos y se añade una lazada, repitiendo siempre lo mismo. No hay que despistarse de dejar atras alguna lazada sin poner, porque si no hay que regresar, así que no se duerman, que no veas lo que cuesta luego recoger los puntos deshechos.

Luego, se une uno de los lados del ancho (el más corto), con la parte inicial de un lado de los largos, justo donde termina de cocerse la dimensión del lateral más corto.

Y después con una aguja de barbilla se le ponen los flecos, si se quiere con flecos.

Por si les he liado, aquí dejo el video para que veais a lo que me refiero donde lo explica Luz Araneda



A mi madre le ha gustado mucho, así que este fin de semana, le empezaré uno para ella.
No es un poncho de los pijos, pero es muy practico y queda muy bien, para estas tardes fresquitas de primavera.

Muchos besitos, Bettina.

2 comentarios:

Marilia dijo...

¡Qué bonito Bea!!!!!mi abuela me hizo uno asi un tiempo antes de morir y lo tengo guardado con mucho cariño, a ver si le saco una foto y te la envio.
Te atreves con todo y todo te sale bien.
Un beso
Marilia

Guatica dijo...

Es precioso Bea, se ve muy delicado.

Besukiss